lunes, 21 de abril de 2014

cuento de la vuelta de vacasiones


“La vuelta de vacaciones”
            Las vacaciones de Navidad habían acabado, pero lejos de encontrarse tristes por volver a la escuela, aquel día los niños llegaban felices y con una gran sonrisa que anticipaba el deseo de contar lo que los Reyes Magos les habían traído.
Sin que notaran nada, su Seño Lola a la vez que les daba la bienvenida con un abrazo y un beso a cada uno de ellos, les fue metiendo disimuladamente un pequeño papelito en su bolsillo.
Cuando ya todos se habían sentado en su sitio en espera de la gran pregunta, la Seño Lola les fue pidiendo que contaran cómo se lo habían pasado y los regalos que los Reyes les habían dejado unos días antes. El primero en hablar fue Juan, al que casi le faltaba el aire de lo rápido que iba enumerando las cosas que le habían traído; luego le tocó el turno a María que -al igual que Juan-  parecía que no iba a acabar nunca de nombrar todo, y después Jaime, el cual acabó pronto, ya que Juan le interrumpió diciendo dos cosas más que se le había olvidado antes. Y así, uno detrás de otro, contaron lo que los Reyes les trajeron.
Algunos con los ojos y la boca muy abierta escuchaban los maravillosos y divertidos juguetes que los Reyes les habían traído a sus compañeros y en su cabeza se preguntaban por qué con ellos no habían sido tan generosos como con sus amigos de clase. ¿Acaso no se habían portado lo suficientemente bien?, ¿es que se habían acabado los regalos y a ellos les tocó la peor parte?, o ¿quizás era que se habían olvidado de ellos?.
En eso estaban cuando la Seño les dijo que los Reyes, antes de regresar a Oriente, habían dejado un mensaje muy importante escrito en un papel sobre su mesa y que si querían lo leería en voz alta. Todos gritaron con un ¡Síííí!  que resonó en todo la clase. El mensaje decía:  “Queridos niños y niñas, no hemos podido dejaros a todos lo que habíais pedido, porque sois muchos y la noche es muy corta para poder repartir todo, pero sí os hemos dejado un regalo muy especial en los bolsillos de vuestra ropa. Buscadlo y leedlo, porque de él dependerá que el año que viene os volvamos a visitar. Os queremos a todos mucho. SS. MM. Los Reyes Magos de Oriente”.
Los niños corrieron a revisar sus bolsillos y en ellos encontraron otro mensaje que decía: “Todo lo que te hemos traído no sirve de nada y no es divertido si…: te lo quedas sólo para ti, si  no lo compartes y si no lo disfrutas con tus amigos y compañeros. Así que acuérdate de invitarlos para jugar y divertiros  todos juntos”